martes, 23 de septiembre de 2008

El poder del deseo y el miedo a la libertad.(2ª Parte) 2ª Evaluación.

Pero lo más peligroso es que la lógica del materialismo capitalista crea la apariencia de haber desterrado del mundo social la dimensión teológica y trascendente del sujeto. Sin embargo, lo que se está haciendo es una suplantación, podríamos decir una usurpación de la potencialidad creadora de la trascendencia humana integrándola, a través de la fabricación del deseo de los sujetos, en las expectativas materiales de las instituciones. El capitalismo identifica las expectativas humanas de plenitud, su ansia de infinito, con las promesas de felicidad ofrecidas por el sistema. Así, el potencial creativo y vital de la trascendencia humana no es negado realmente, sino que es manipulado con objetivos institucionales. Estamos ante una nueva teología política: la idolatría. La idolatría no es adorar a otro Dios, porque Dios sólo hay uno, aunque se le nombre de muchas formas. Idolatría es trocar a Dios por un interés estructural. Los ídolos siempre simbolizan intereses institucionales que exigen la sujeción y el sacrificio de las personas a esos intereses.
El capitalismo supeditó la persona a la estructura y en su fase actual lo está haciendo de forma muy eficiente. Ninguna sociedad, en toda la historia de la humanidad, había construido tantos dispositivos sociales para intervenir en el deseo de los sujetos.
El individuo moderno se siente libre por hacer lo que desea, pero no se pregunta sobre el origen de ese deseo, cómo surgió en él ese deseo. El deseo le parece ser algo natural y espontáneo proveniente de la naturaleza, cuando en realidad es una construcción cultural del sentido que damos a las cosas y a la vida.
La fabricación externa (estructural) y programada del sentido del deseo para los sujetos hace que éstos identifiquen su deseo con los intereses de las instituciones, con lo cual se da la paradoja de que el sujeto moderno cuanto más hace lo que desea, más se sujeta a las estructuras sociales y sujetándose se siente libre. Con ello, el sujeto siempre tendrá una actitud dócil y sumisa al sistema porque se identifica con las propuestas simbólicas que le hace y el estilo de vida que ofrece, aunque para ello tenga que sacrificar una gran parte de sus aspiraciones vitales.
Es importante matizar que nunca se consigue una fabricación plena de los deseos de la persona. Ningún absolutismo es perfecto, pero lo que nos interesa subrayar es que nuestro modelo social ha definido el deseo humano como espacio político y como espacio de poder para obtener el máximo control sobre la conducta de los sujetos.
¿ Qué debemos hacer?
Debemos comenzar con el verdadero sentido de la libertad. La libertad no es hacer lo que se desea, sino tener la capacidad de instituir un sentido para el deseo. El sujeto tiene que aprender a constituir su deseo y obtener el control: hacia el bien.
La capacidad de construir el sentido humanizador del deseo y el poder de comando de los propios deseo sólo se consigue a través de la virtud. La virtud es una práctica para comandar la propia existencia y no ser gobernado por otros. Éste es el sentido profundo de la libertad. La libertad es una práctica y no una idea metafísica y la práctica de la libertad que realiza plenamente la humanización del deseo humano es la justicia.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El poder del deseo y el miedo a la libertad.(1ª Parte)

El deseo es una de las dimensiones que nos constituye como humanos. El animal no desea, simplemente reacciona a sus impulsos.
El deseo anticipa la posibilidad de lo que todavía no existe y diagnostica la contingencia de lo que existe. El deseo humano subvierte la existencia natural porque la siente insuficiente y la transforma en una experiencia de esperanza.
Los animales viven impulsados por el mero instinto natural, sin embargo el ser humano trasciende el instinto y constituye el deseo. El deseo levanta al ser humano del mero impulso natural y lo convierte en un ser que se eleva sobre-la-naturaleza. Un ser único porque al desear instituye la búsqueda de un sentido sobre-natural para sí mismo, no se conforma con ser mera naturaleza. El ser humano es el único que no está atado a las cadenas de la mera existencia natural y puede pensar el mundo y su relación con el otro como una experiencia de alteridad, de un otro que le instituye como sujeto.
El deseo humano está atravesado por el sentido que damos a la vida, por la valoración que hacemos de las cosas, por la significación con que impregnamos cada circunstancia de nuestra existencia.
El deseo hace que el ser humano se trascienda permanentemente en la búsqueda de una plenitud existencial que nunca consigue obtener plenamente en la historia. Su esperanza futura, meta-histórica, de plenitud, no es absurda; es inherente al ser humano y se anticipa como experiencia de búsqueda de plenitud, algo que ningún otro animal tiene porque viven inmersos en la mera naturaleza.
El deseo es el núcleo más íntimo de la persona. En él se identifican casi de forma intuitiva la libertad con aquello que se desea.
Esta identificación somera de la libertad con el deseo fue descubierta por las sociedades capitalistas como el punto crucial a través del cual se puede influenciar la voluntad de los sujetos sin utilizar dispositivos autoritarios propios de sociedades consideradas no libres. Si alguien tuviese poder de inducir el deseo de otra persona, se produciría una situación muy paradójica, pues esa otra persona al hacer lo que desea se siente libre, pero su libertad consiste en hacer lo que otro ha conseguido que ella quiera desear. O sea, la realización del deseo le da una sensación de libertad, cuando en realidad al realizar sus deseos se está sujetando a la voluntad externa de otro.
Las sociedades capitalistas han constituido el deseo humano en uno de los espacios políticos más importantes de nuestras sociedades contemporáneas. El deseo se ha convertido en el campo de disputa de los nuevos dispositivos de poder. Para ello, la modernidad ha fabricado un nuevo concepto de libertad. Para la modernidad una persona es libre cuando hace lo que quiere, cuando realiza sus deseos y así esta vinculación de la libertad con la realización del deseo sumerge a la persona en una maraña de contradicciones, cuyo resultado final es la vivencia de una libertad ficticia compaginada con su sujeción efectiva a las demandas del sistema.
Pero, como hemos indicado al principio, el deseo es extremadamente paradójico y una de sus paradojas es que, el ser humano, por su in-finitud radical, siempre será un ser deseante, o sea nunca se sentirá plenamente satisfecho con nada porque nada consigue ofrecerle la experiencia definitiva de plenitud. Esta paradoja es aprovechada por los dispositivos de poder contemporáneo para instigar en él deseos de todo tipo. Su estrategia es conectar los estímulos externos que le hacen desear algo con las expectativas de felicidad y plenitud existencial del sujeto. Esto es lo que sucede en la sociedad actual nuestra y que recibe el nombre de sociedad de consumo, que es la lógica que sustenta los valores del capitalismo. El vínculo del deseo con la libertad legitima el actual modelo de civilización occidental y sus instituciones, cuyo objetivo principal es producir necesidades, inducir deseos, adiestrar voluntades, fabricar conductas, dirigir tendencias. Para ello, se vale de un sofisticado aparato de técnicas de intervención sobre la subjetividad que son auténticas técnicas de poder.

El poder del deseo y el miedo a la libertad.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Índice para utilizar el blog.

A través del buscador se puede encontrar todo el contenido que aparece en estos epígrafes:

1.-Trabajos de la clase de ética. Numerados como comentarios de Ética.

-Se utilizarán en las clases de ética y de Filosofía.


2.-Galería de D.V.D.

- Sólo las películas indicadas por el profesor.
- Durante el curso veremos 4 películas en Bachillerato y 3 películas en Secundaria

3.-Libro del mes.
-Todos los meses se publicará un libro recomendado a los alumnos de Colegio. Tiene vocación de ser una guía más allá de los años de estancia en el Centro para los alumnos que lo deseen.

4.-Trabajos de la clase de Filosofía. Numerados como comentarios de Filosofía.
- Se enumeran para su mejor localización.
-Se utilizarán en las clases de Filosofía.


5.-Diversos comentarios para el diálogo filosófico y ético.
- Nos servirán para el debate a lo largo de las clases de Filosofía y Ética.
- No llevan numeración alguna.

6.-Diccionario de términos filosóficos.
Se utiliza en la asignatura de Filosofía para los exámenes y se divide así:
Diccionario I (primera evaluación)
Diccionario II (segunda evaluación
Diccionario III (tercera evaluación)
Diccionario IV (cuarta evaluación

7.-Temas de filosofía. Numerados como temas de Filosofía.
-Se utilizan en las clases de Filosofía de Bachillerato.
8.-Exámenes corregidos.
-Se publicarán, terminados los exámenes, para que el alumno contraste su corrección.

9.-Agenda de padres:Sirve de control y de orientación a los padres de los alumnos.

10.-Iniciación a los filósofos que se estudiarán en 2º de Bachillerato:
Cada trimestre, veremos algún filósofo importante para el curso próximo acompañado de un breve texto.
-Se encuentra con el encabezamiento: 1º trimestre: Platón y su obra; 2º Trimestre: Aristóteles y su obra; 3º Trimestre: Ortega y su obra.

11.- Revista "Acontecimiento":
Veremos el contenido de cada revista trimestral y destacaremos un artículo para el comentario de Filosofía y Ética.

sábado, 6 de septiembre de 2008

6º Comentario de Ética: la manipulación verbal. 2ª Evaluación.

Mediante la manipulación del lenguaje se intenta transmitir una visión negativa de la maternidad y la natalidad.
Preembrión. Quiere obviar que el óvulo fecundado es una persona humana., De esta forma, esta justificada la manipulación, si el preembrión es un amasijo de células ¿por qué no utilizarlo como material científico?.
Derechos sexuales y reproductivos. Siguiendo las explicaciones de la doctora en Farmacia Gloria María Tomás y Garrido, conllevan una concepción individualista y estatalista del hombre y de la sociedad y suponen una interpretación desviada de la Declaración de los Derechos Humanos de la Naciones Unidas de 1948. "Los derechos sexuales" tienen un objetivo puntual, la defensa de la homosexualidad, mientras que la expresión "derechos reproductivos" guarda relación con unos presuntos derechos a la contracepción, a la esterilización, al aborto y a técnicas de fecundación artificial.
Salud reproductiva. Expresión nacida y difundida en un ambiente neomaltusiano. se emplea, por lo general, con un significado distinto del que las propias palabras dicen. El uso de este término se concreta en la difusión de diversas formas de anticoncepción y en la realización del "aborto seguro".
Trabajo reproductivo. Para hablar de la maternidad. Por tanto la maternidad consiste en un trabajo que se carga sobre la mujer, no en un estado que viene dado con su naturaleza.
Género como sustituto de identidad sexual. Responde a la interacción entre cultura y naturaleza. sea cual sea su sexo, la persona podría elegir su género; esto es, decidirse por la heterosexualidad, por la homosexualidad, por la bisexualidad o por la transexualidad como un derecho, no como una realidad que forma parte de su identidad.
Desarrollo sostenible. El término indica la necesidad que tienen las sociedades de adecuar su desarrollo a los recursos disponibles; salvaguardando estos recursos para las generaciones futuras. Sin embargo, bajo esta definición con frecuencia se aprovecha la coyuntura para las estrategias de planificación familiar, para intentar convencer de que hay que recortar nacimientos.
Interrupción de embarazo. Para hablar de aborto, como explica el profesor Oriol, es obvio que un aborto interrumpe un embarazo, pero la carga semántica pasa del hecho objetivo a sus consecuencias. Causar la muerte a otro nunca se ha considerado "interrumpir la vida a un tercero".
Muerte digna/eutanasia (etimológicamente muerte dulce). La dignidad se coloca en la decisión de la persona para terminar con su vida, no en la propia persona. Se hace entender que morir sufriendo no es digno.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El libro del mes (Septiembre 2008): El poder: historia natural de su crecimiento.

El autor de este libro es Bertrand de Jouvenel. Nació en París en 1903 y murió también en París en 1987. Hijo del político francés Henry Jouvenel des Ursins, estudió en las facultades de Ciencias y Derecho de París, antes de dedicarse al periodismo.
Como economista enseñó en las Universidades de Oxford, Cambridge, Yale y Berkeley. Perteneció al Club de Roma, y de 1954 a 1974 presidió y dirigió la Sociedad de Estudios y Documentación Económica.
Se mostró como un filósofo político de gran profundidad. Aspecto éste que nos interesa por el trabajo que realizaremos.
Entre sus obras más importantes:
El Poder (1945)
Problemas de la Inglaterra Socialista (1948)
La soberanía (1955)
El Poder: historia natural de su crecimiento (1972).
Veamos algún fragmento de esta obra:
"En el Antiguo Régimen, a pesar de integrarse en el concepto de soberanía el derecho a hacer leyes........................., las creencias tradicionales eran todavía muy firmes, y cuanto más estables y arraigadas sean las rutinas y las creencias de una sociedad, más predeterminados estarán los comportamientos y menos libre será el Poder en su acción. La Revolución, alterando las rutinas y las creencias, concibió la soberanía como soberanía del pueblo personificado en la Nación, alteración drástica que, según la ley de las revoluciones, renovando la fuente del Poder lo fortaleció: la verdadera función histórica de las revoluciones es la renovación y el fortalecimiento del poder".
"Por tanto, todo lo que es ley es derecho y no existe derecho contra la ley. A partir de entonces, dice Jouvenel, constituye una ilusión buscar en el Derecho una protección contra el Poder. Pues como dicen los juristas el Derecho es positivo".