martes, 29 de enero de 2013

Libro del mes (enero 2013): La infancia de Jesús.



 

El autor de este libro es Benedicto XVI. Forma una trilogía con los dos tomos sobre la vida de Jesucristo, aunque como  él mismo afirma, es más  un prólogo  de esos dos tomos: «Finalmente puedo entregar a las manos de los lectores el libro prometido desde hace largo tiempo sobre los relatos de la infancia de Jesús. No se trata de un tercer volumen sino algo así como una antesala a los dos volúmenes precedentes sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret.»

Los tres tomos son  libros necesarios para conocer las bases de nuestra cultura y el fundamento de los verdaderos valores que hacen del hombre un ser proyectado a la trascendencia, y, por ende, a su grandeza personal,  imagen de Jesucristo.

Veamos algún fragmento del mismo:

“Ahora es preciso preguntarse ante todo: ¿Qué clase de hombres eran esos que Mateo describe como «Magos» venidos de «Oriente»? El término «magos» (mágoi) tiene una considerable gama de significados en las diversas fuentes, que se extiende desde una acepción muy positiva hasta un significado muy negativo. La primera de las cuatro acepciones principales designa como «magos» a los pertenecientes a la casta sacerdotal persa. En la cultura helenista eran considerados como «representantes de una religión auténtica»; pero se sostenía al mismo tiempo que sus ideas religiosas estaban «fuertemente influenciadas por el pensamiento filosófico», hasta el punto de que se presenta con frecuencia a los filósofos griegos como adeptos suyos (cf. Delling, IV, p. 360). Quizá haya en esta opinión un cierto núcleo de verdad no bien definido; después de todo, también Aristóteles había hablado del trabajo filosófico de los magos (cf. ibid.). Los otros significados mencionados por Gerhard Delling designan a los dotados de saberes y poderes sobrenaturales, y también a los brujos. Y, finalmente, a los embaucadores y seductores. En los Hechos de los Apóstoles encontramos este último significado: Pablo califica a un mago llamado Barjesús «hijo del diablo, enemigo de toda justicia» (13,10), manteniéndolo así a raya. Los diversos significados del término «mago» que encontramos aquí hacen ver también la ambivalencia de la dimensión religiosa en cuanto tal.

La religiosidad puede ser un camino hacia el verdadero conocimiento, un camino hacia Jesucristo. Pero cuando ante la presencia de Cristo no se abre a él, y se pone contra el único Dios y Salvador, se vuelve demoniaca y destructiva. En el Nuevo Testamento vemos estos dos significados de «mago»: en el relato de san Mateo sobre los Magos, la sabiduría religiosa y filosófica es claramente una fuerza que pone a los hombres en camino, es la sabiduría que conduce en definitiva a Cristo.”