jueves, 14 de agosto de 2008

El gran peligro de la información: la mentira. 2ª Evaluación.

Vamos a recoger unos textos del periodista Jean François Revel sobre el tema que comentamos. El primer texto lo recogemos de su libro "El conocimiento inútil"
Sólo la democracia permite observar sin trabas a la vez su propio sistema y los otros dos: el sistema totalitario y todas las variantes del sistema mixto, en el que se mezclan censura y libertad.......En los países de censura mitigada puede suceder que un intelectual haga aparecer un libro o un artículo severo para con la información de su país, pero es raro que sus declaraciones agiten a las multitudes y obtengan la posibilidad de un debate nacional rodeado de un mínimo de imparcialidad. De hecho, el intelectual del Tercer Mundo publicará, por lo general, su estudio en un país extranjero,lo que le colocará en una posición falsa y le hará ser acusado de traición. Del mismo modo, el intelectual de los países totalitarios no se expresa llana y abiertamente más que cuando está en el exilio, lo que le hace ser condenado como renegado.
De donde resulta que, por razones tanto materiales como morales, la información sobre la información no es practicable más que en el sector democrático del planeta.
¿Qué es lo que sucede, pues, en los sistemas democráticos para falsear la información?
En la democracia, el obstáculo a la objetividad de la información no es ya- o lo es muy poco- la censura; lo son los prejuicios, la parcialidad, los odios entre partidos políticos y las familias intelectuales, que alteran y adulteran los juicios e incluso las simples comprobaciones. A veces, más que la convicción es el temor al qué dirán ideológico que tiraniza y amordaza a la libertad de expresión. Y lo que más paraliza, cuando la censura ha dejado de existir, es el tabú
En las democracias, ¿cuál es el tabú más fuerte de nuestra época desde la segunda guerra mundial?
Sin duda alguna es el que prohibe a todo escritor, a todo periodista, a todo hombre político mencionar un atentado contra los derechos del hombre, un abuso de poder cualquiera, un trivial fracaso económico ; en suma, dar una información sobre un hecho que se sitúa en una sociedad clasificada "de izquierdas", sin señalar inmediatamente una imperfección equivalente a una dictadura de derechas o en una sociedad capitalista democrática.
Las democracias en el siglo XX han sido amenazadas por dos enemigos totalitarios: el fascismo(nazismo) y el comunismo. Han conseguido deshacerse del primero al precio de una guerra mundial. El segundo subsiste. No cesa, desde 1945, de aumentar su poderío y de ampliar su imperio y, para ello,la izquierda no ha cesado de imponer el mito curioso de que los dos totalitarismos han sido y continúan siéndolo igualmente activos. Para la izquierda el totalitarismo aún influyente es el de versión fascista, favorecida por el imperialismo, el cual no puede ser más que el norteamericano.
Ninguna denuncia del comunismo,si procede del campo liberal, podrá pasar la aduana ideológica de la izquierda si no se hace acompañar de su contrapeso exacto de denuncia de un crimen fascista.
Este gran tabú de la información nos está impidiendo analizar fríamente los crímenes contra la humanidad sean fascistas o sean comunistas.
La historia del comunismo internacional ofrece muchos ejemplos de exterminación decidida en frío contra una categoría social o socioprofesional o una población bien definida, a menudo y además, con un matiz racial: el genocidio de los ucranianos por medio de un hambre que fue provocada por Stalin......los soviéticos diezmados a causa de la gran purga de 1937, los camboyanos asesinados por los khmers rojos a finales de los años setenta, los tibetanos muertos o acorralados hasta la muerte por los chinos desde 1950......no son más que unos cuantos ejemplos contemporáneos. Se trata de verdaderos crímenes contra la humanidad."
Por eso, Revel, en este libro nos invita a utilizar los conocimientos y la información que tenemos, prescindiendo de prejuicios y parcialidades impuestas por una cultura de "izquierdas" que aparece en la actualidad como un gran impedimento para conocer la verdad.

Segundo texto de la corrupción política: La corrupción en la democracia.

A la vista de la corrupción que ahora invade las democracias pluralistas, es necesario buscar los remedios para la corrupción.
Uno de los remedios muy discutido en la actualidad es que hay que reducir la intervención de los poderes públicos, hay que desregularizar, hay que sustituir el estado del bienestar por un Estado mínimo.
El campo de las decisiones políticas-administrativas, al ser más pequeño, se prestaría menos a los intercambios entre corruptores y corrompidos. Piensan estos autores que conforme el Estado asuma más tareas y maneje más dinero, aumentará la posibilidad de corrupción.
Otro remedio urgente para España sería la limitación por ley de los gastos electorales.
En las campañas electorales se invierten miles de millones, unas sumas desorbitadas que llegan a los partidos por caminos oscuros de donantes no precisamente desinteresados. La factura se pasa luego por el supuesto benefactor, en el momento de decidir algo que le afecte. Se cobran principal e intereses. La corrupción es tremenda.
El principal argumento esgrimido, en España, al comienzo de la transición en favor de la financiación pública fue que la debilidad económica de los partidos podría hacer a sus dirigentes y cuadros más proclives a la corrupción.Pero la financiación de los partidos a través del presupuesto estatal, tampoco ha frenado esta corrupción.Hoy, sin embargo, podemos afirmar que el monto de la financiación ilegal de los partidos únicamente puede inferirse a través de la diferencia existente entre sus ingresos públicamente declarados (subvenciones presupuestarias, cuotas de afiliados, donativos y créditos bancarios) y sus gastos reales.
Pues bien, algunos cálculos realizados en Italia sitúan las cantidades defraudadas anualmente por los partidos antes de 1993 en la astronómica cifra de los cinco billones de liras.
Con lo que al final tenemos que, de un lado, la multimillonaria financiación con fondos presupuestarios ha transformado a los partidos en anexos de la Administración. De otro, sin embargo, esa instalación institucional lo que ha creado es un ámbito de impunidad para sus extralimitaciones, porque la circunstancia de que la Constitución haya confiado a los partidos la gobernación del sistema les permite patrimonializar el Estado en su propio beneficio y colocarse al margen o por encima de las leyes.

La corrupción política.4ª Evaluación.

Estos textos están sacados de un libro: "La corrupción política", obra de un conjunto de destacados especialistas y coordinado por Fancisco J. Laporta y Silvina Álvarez.
Con ellos vamos a estudiar un fenómeno que debe ser objeto de interés y atención por parte de los estudiantes del funcionamiento de los sistemas democráticos y sus instituciones. Aunque el libro estudia la corrupción política desde varios ángulos, en este comentario,vamos a incidir sólo en dos:
-Corrupción, ética y democracia.
-La corrupción en la democracia.
Veamos el primer texto: Corrupción, ética y democracia.
"El concepto general de corrupción política diría así: la corrupción política es toda transgresión de normas dentro de un determinado orden social....determinadas normas, principios y valores que se consideran importantes para la existencia y mantenimiento de un orden social justo y razonable y, en consecuencia, digno de ser vivido....
Inicialmente la corrupción política puede ser entendida como violación de normas jurídicas y también morales....Es evidente que la corrupción que aquí se trata se refiere a la vida política y, sobre todo, se especifica por los sujetos-protagonistas de su producción. Se entiende la vida política como vida pública, esto es, lugares, sedes e instituciones en los que están comprometidos intereses públicos o generales.
Pero parece que la indignación social puede ir más allá de la estricta vida política. La corrupción de un Rector de la Universidad también se puede entender como corrupción política.
El concepto de corrupción política implica también aspectos cuantitativos, pues, lo que la corrupción manifiesta es una tendencia a la generalización, una patología que amenaza con extenderse por todo el tejido social.
Desde una perspectiva cognitiva, la corrupción se caracteriza por ser transgresiones que tienen una dosis alta de clandestinidad, de ocultismo, de falta de pruebas.
Saber si hay más o menos corrupción ahora que antes es difícil, por la falta de estadísticas y estudios, pero sí que podemos afirmar que la sensibilidad democrática es, pues, una de las motivaciones más fuertes que han servido para alertar sobre la corrupción política.
En los Estados Democráticos de Derecho toda política está sometida necesariamente a una moral mínima, socialmente aceptada, que es el derecho. La moralidad básica de la política es, en definitiva, el principio de legalidad, que vale para todos y también para los políticos. Recordemos el art. 9.1 de nuestra Constitución. Evidentemente, la corrupción en este sentido es delincuencia. Ahora bien, salvo casos excepcionales de desintegración social, los políticos no suelen ser en este sentido corruptos.
Sin embargo, se puede partir de un supuesto razonable: no todo los que debe hacerse está recogido por el derecho..... Hasta el mismo Tomás de Aquino decía que la ley humana no prohibe todos los vicios de los cuales se abstienen los virtuosos sino sólo los más graves.
En principio, parece que la opinión pública, la ciudadanía, exige que los políticos sean no solamente legales, sino también morales.
¿Cuáles son esas normas morales que pueden llevar, en caso de ser incumplidas, a la llamada corrupción política, y no a una simple inmoralidad?
Pues, lo que esta moralización parece exigir a los políticos, por la vía de la crítica pública, es que sintonicen más con valores e ideales sociales mayoritarios, que no han sido recogidos por las normas jurídicas, pero que sirven a una mayor eficacia del ordenamiento jurídico y para crear unas condiciones más favorables de la convivencia política: debieran cumplir las promesas electorales, no debieran asignarse salarios y dietas desproporcionados, no debieran utilizar los fondos públicos para gastos lujosos y suntuarios, no debieran favorecer a compañeros de partido, a amigos y parientes para cubrir cargos de libre designación.........
En esta afirmación anterior podemos atisbar la respuesta a esta pregunta. ¿Por qué hay corrupción política?
La corrupción política nace fundamentalmente de las carencias e insuficiencias de la moral cívica y pública que necesita toda sociedad política si quiere sobrevivir. Las sociedades no sobreviven sólo por la existencia de un tejido jurídico-normativo. Necesitan también del tejido moral-normativo en el ámbito político y entre todas las gentes, desde los políticos hasta los estudiantes de bachillerato. Una sociedad dominada por el lujo, el dinero, el placer.......puede resultar perniciosa. Ignacio Ramonet escribía recientemente, en un lúcido artículo titulado Los nuevos dueños del mundo, que entre las personas que más influyen en el mundo ya no se encuentra ningún jefe de gobierno o de Estado. Hoy manda una nueva especie: los señores del dinero.
De todos modos, no podemos engañarnos: la corrupción política es un grave mal social. La gravedad nace de la importancia de la ejemplificación que tienen los comportamientos de los políticos.......El daño que han hecho los corruptos de la política no ha sido todavía calibrado en sus verdaderas dimensiones.......la corrupción política está promoviendo una crisis de legitimidad en el Estado social y democrático de Derecho......Las gentes se quejan- y con razón- de los políticos, pero terminan quejándose del Estado a quienes esos políticos dicen representar.
Deberían controlarse jurídicamente más las muchas potestades discrecionales de los políticos. Las estrictas decisiones políticas se pueden tomar a veces secretamente, se pueden no motivar públicamente y no sufren el control de tribunales y sanciones específicas. La responsabilidad política ( no la responsabilidad penal) suele quedar reducida al ámbito de las censuras parlamentarias, de las críticas mediáticas y, en última instancia, al veredicto de las urnas.
Como nos hemos alargado en el texto, dejaremos para otro comentario La corrupción en la democracia

viernes, 8 de agosto de 2008

Primera Galería de D.V.D.

Juno. Planteamiento de la vida y su problema con el aborto.

Jesús de Nazaret: La figura que conmovió y conmueve a la humanidad

Disparando a perros: Crítica política y social a raíz de los hechos ocurridos en Ruanda.

Apocalypto: Película que representa la antítesis de dos sociedades y sus valores.

La isla: Película que presenta el problema de la clonación humana.

Natividad. La venida de Dios al mundo narrada de manera sencilla y natural, a través de una gran mujer: la Virgen María.

Gattaca: El retrato de una sociedad de futuro no tan lejano.

Lío embarazoso: Éxito de taquilla en Estados Unidos, país donde más se aborta y único en el que el aborto es un derecho constitucional de la mujer.

4 meses, 3 semanas, 2 días: Película criticada por la intolerancia feminista al incluir la imagen del niño abortado.

Bella: Película que expone las razones por las que las mujeres deciden abortar.

Redención en Bruselas: Película sobre la redención, la pena, la incapacidad de perdonar.

Mia Sarah: El amor fratenal y el desvelo en el cuidado de un hermano con problemas.

La inglesa y el duque: Una visión diferente del mito de la revolución francesa como lucha humanitaria por los derechos del hombre.

Os declaro marido y marido: Un canto al apoyo mutuo de dos personas, un canto a la amistad.

Therese: El próximo 28 de Enero de 2011 se estrena esta película de Alain Cavalier, 85 años después de la canonización de su protagonista, Teresa de Lisieux. Obra maestra en su sencillez y profundidad.

De dioses y hombres: La película dirigida por Xavier Beauvois ha vuelto a poner de actualidad a estos siete monjes trapenses, cuyas únicas arma fueron el amor y la entrega a todos, sin distinción de credos o razas.


El totalitarismo como un exceso del poder político. 4ª Evaluación.

La realidad del poder político es percibida por los hombre como algo natural y necesario para mantener, en armonía y paz, las relaciones de una comunidad, pero el exceso en su ejercicio debe tener al ciudadano alerta si quiere mantener su libertad.
Para algunos autores, el fenómeno del totalitarismo sólo se ubicaba en regímenes tiranos, dictatoriales, absolutistas, quedando indemne de este mal los sistemas democráticos. Hoy, sin embargo, nuestra mirada se dirige a autores que ya alertaron que los sistemas democráticos también pueden caer en el totalitarismo y nos advirtieron de ello. Ya Aristóteles y Platón nos mostraron cómo la tiranía se desarrolla de forma natural a partir de la democracia. Y Tocqueville, cuando la totalidad de los estudiosos se inclinaban por lo contrario, tuvo el mérito de señalar la tendencia al despotismo alimentada por la democracia.
Por eso, como estudiosos de la filosofía nos interesa hacer un examen fenomenológico de las características del totalitarismo actual para poder preservarnos del mismo.
Según Miguel Ayuso, en su libro "La cabeza de la Gorgona" el totalitarismo en los sistemas democráticos se puede definir con las siguientes características:
En primer lugar, este totalitarismo no es tanto un abuso o exceso de poder como una metafísica. No es tanto un espíritu destructor de la libertad como un espíritu que se organiza sobre la ruina de la libertad. Por ello, este sistema totalitario en democracia conlleva:
Una teología inmanentista. Si encontramos un sistema democrático en el que se intenta aplicar a la sociedad una teología, o mejor una antiteología, que quiera encerrar al hombre en su destino temporal, sin admitir la dimensión trascendente que todo hombre lleva consigo, considerando que la sociedad es su supremo fin,estaremos en un sistema totalitario. Decía André Malraux, en su libro "Les voix du silence", que el totalitarismo es la voluntad de encontrar una totalidad sin religión.
Una metafísica que subvierte la relación social. Cuando la unidad de lo comunitario se impone a la diversidad de lo individual, sin respetar a la persona humana disgregada en el concepto de ciudadano existe un peligro sordo, a través de las teorías del contrato social, de entregar a las personas a un dios estatal. Conceder garantías individuales y derechos a las personas para luego sacrificarlos ante el mito de la voluntad general, es una referencia para sopesar que estamos ante un totalitarismo.
Por ello, la solución es someter a las personas al bien común, para de aquí conseguir circunstancias favorables en el camino del hombre hacia Dios.
Una gnoseología constructivista. Todas las energías de nuestra sociedad democrática, en especial nuestra tarea educativa, deben dirigirse a la sumisión de nuestra inteligencia a la búsqueda de la verdad y rechazar el subjetivismo en todos los dominios.
No realizar este esfuerzo y proclamar que la inteligencia prima sobre la realidad, nos llevaría a proclamar implícitamente que nuestra inteligencia construye la realidad; de ahí a definir la comprensión como dominio hay un paso y ese paso ya es el totalitarismo.
Una sociología desvitalizadora. La destrucción de lo social y su reabsorción por lo colectivo es el síntoma más esclarecedor de un estado totalitario.
"Lo social" que es la familia, el pueblo, la ciudad, la parroquia, la región....existe en la medida que es orgánico, en la medida que reune seres concretos vinculados por medio de relaciones de muy variado tipo.
Si todo esto se desvitaliza y no está en la base de la sociedad, se camina sin darse cuenta a formas colectivistas peligrosas para la sociedad libre.
Una economía sojuzgada. Hoy, mejor que nunca, podemos comprobar que cuando se confunden el poder político y el poder económico se está negando la libertad económica. Un síntoma del poder totalitario es la situación en la que no se sabe si es el poder político el que se adueña del económico o éste el que mueve a aquél.
Una política omniestatalizada. La absorción de todos los derechos y poderes por el Estado en sus miles de acciones sobre los ciudadanos es otro síntoma más de tinte totalitario. Cuando un sistema democrático centraliza toda la administración, absorbe todas las funciones sociales, atiende todas las necesidades, dirige toda la economía, ordena la cultura en su totalidad y crea todo el derecho, hay un peligro de totalitarsimo si no estamos ya en él. Tocqueville acertó a profetizarlo.

jueves, 7 de agosto de 2008

Epílogo para jóvenes.Trabajo 3ª Evaluación.

El epílogo para jóvenes que vamos a comentar está recogido del libro "Sobre la felicidad" cuyo autor es Gonzalo Fernández de la Mora.
Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, hijo de gallega y de castellano, nación en Barcelona en 1924. Se licenció en Filosofía Pura y en Derecho por la Universidad Complutense. Amplió estudios de Filosofía en Alemania. Ha sido profesor y director de la Escuela Diplomática. Fue numerario de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid y dirigió la Revista bimestral de pensamiento "Razón española".
Es autor de 22 libros, entre los que destacan "El crepúsculo de las ideologías" y "Pensamiento español". También escribió "Filósofos españoles del siglo XX" y su penúltimo libro "El hombre en desazón".
Sobre la Felicidad, último libro del autor es un libro que se inicia con una introducción histórica que se remonta a las sabidurías orientales y llega a nuestros días. Luego, con un método fenomenológico, desvela los problemas, analiza los datos empíricos y propone soluciones. Concluye que la vía menos incierta de acceso a vivencias felices es la administración de los deseos, una ascesis racional realista. El libro se cierra con un epílogo, muy actual, para jóvenes, que es el que vamos a comentar.
"La dimensión instintiva y sensorial del hombre gravita espontáneamente hacia el placer. No sería realista negar la tendencia y sus efectos felicitarios. lo problemático del hedonismo se plantea en tres niveles:
-la búsqueda del placer es egoísta e individualista
-el hombre no está solo y ha de atener su comportamiento al hecho social
-el hedonismo tiene unos costes y el saldo final felicitario suele ser negativo".
"No hay una necesaria relación directa entre cultura y hedonismo.....Tampoco existe una correlación necesaria entre técnica y hedonismo........y así, el hedonismo práctico que se ha extendido a gran parte del Occidente actual no es una obligada consecuencia del desarrollo y eso se puede constatar en España, pues cuando ya se había producido la explosión masiva de la ciencia aplicada, la sociedad española de mediados del siglo XX no era hedonista.....Salvo el suicidio, el medio más enérgico de evadirse de la realidad son las drogas, milenario recurso del hombre desazonado".
"Ni la indigencia, ni la opresión son las causas determinantes de la juvenil huida existencial. Entonces, ¿por qué en la plenitud biológica y en condiciones sociales superiores a la de cualquier otra generación no cesan de incrementar el deseo de huir de la realidad?
Dos líneas de respuestas se pueden dar: Una, es que la adaptación de los jóvenes requiere que los demás les sitúen en condiciones aún más privilegiadas. Otra, es que hay algo deficiente en el actual modo juvenil de estar en el mundo.
Procede investigar en la segunda dirección, puesto que las juventudes del pasado, material y socialmente menos dotadas por sus antecesoras, no tendían tanto a huir de la realidad".
"El problema de la juventud afecta básicamente a los cimientos, a la ética. Rechazan las normas objetivadas por la tradición no ya familiar sino genérica, universal. Cada uno pretende fabricarse una moral a su medida, y cambiante según las circunstancias. Lo demás parece imposición y dictado.
Paralelamente, al rechazo de una moral objetiva, los jóvenes se han secularizado y aumenta el número de los agnósticos y de los no practicantes. Este descenso de la confesionalidad efectiva ha quebrado la más profunda y firme de las vinculaciones de la conciencia individual a una moralidad concreta, estable y compartida. La doble ruptura ética y religiosa deja al moralmente situacionista y dogmáticamente agnóstico en una posición de aislamiento ético. Esta situación crea un vacío y requiere una consigna evitadora del nihilismo. ¿Y qué se ha propuesto como solución a esta incógnita?
En primer lugar el permisivismo.
"Está prohibido prohibir. Y el repudio de las prohibiciones empieza por lo más elemental: el sexo. La virginidad, la castidad, la fidelidad o la heterosexualidad resultan tabúes que procede recluir en el ámbito de las curiosidades antropológicas. Desde el sexo, el permisivismo se extiende a otras áreas: el aborto.
El dinamismo permisivista va escalando posiciones en la jerarquía de los valores y de la relativización de los valores morales se pasa a la de los artísticos, políticos o jurídicos. De ahí, la baja adhesión a los partidos políticos"
En segundo lugar, el hedonismo.
"La cuestión de la capacidad o de la vocación se transforma en la de la rentabilidad, en la de qué actividad proporciona más ingresos. La familia aparece como suministradora de fondos. Y así, cuando las responsabilidades personales se diluyen, es el poder público el que tiene que ser previsor, benefactor y atender a la mayoría de los retos. Con todo ello, el hombre se deshumaniza, pues, como señalaba Zubiri, la peculiaridad y la grandeza del hombre es que, a diferencia de los irracionales, puede enfrentarse con el mundo no como estímulo, sino como realidad. Todo lo que sea evasión es involución y deshominización. Como afirmaba Max Scheler "Primero, placer y luego, lágrimas."
"Además, muerto Dios, no todo, pero casi todo es posible. Las morales a la medida subjetiva tienden al egoísmo, que es, precisamente, la negación del supremo valor moral, el altruismo. La denominada moral a la carta es una especie de inmoralidad hipócrita, porque evita el coraje de adoptar la simple amoralidad."
"Y esta es la conclusión: veo que los jóvenes, presuntamente libertos y con más cosas a su disposición, tienen menos ilusiones, más problemas y menos entereza para resolverlos. Y el mercado, las modas les aprisionan más que los supuestos tabúes de la ética clásica.
Toda una escuela de psiquiatras ha tratado de sanar a ciertos neuróticos dando un sentido a sus vidas, porque es obvio que la existencia humana se vive como una empresa finalista. En caso contrario, se torna absurda y angustiosa.
La crisis de ideales personales difícilmente puede separarse de una crisis de valores. Los valores religiosos mueven a la piedad y a la caridad; los nacionales, al patriotismo y al orgullo histórico; los sociales, a la entrega y al altruismo; los estéticos, al cultivo de la belleza y a la vida como obra de arte. Pero casi todo eso brilla por su ausencia.
Si pasarlo bien es copular y ganar para consumir, se trata de una meta frustrante que explicaría el déficit felicitario de tantas gentes, especialmente jóvenes. La concepción hedonista de la vida hace menos feliz que el cálculo racional. Los hedonismos colectivos han coincidido con la decadencia, a veces con el fin de una civilización.

Epílogo para jóvenes.

5º Comentario de Ética:El Estado español debe exigir reciprocidad en cuanto a la libertad religiosa y de conciencia.

No es un comportamiento correcto, éticamente hablando, que el soberano saudí hable en Madrid de diálogo interreligioso y en el país del que es soberano las prácticas religiosas no islámicas estén cruelmente penadas.
El pasado 16 de Julio de 2008, se celebró en Madrid una conferencia mundial sobre diálogo interreligioso. La conferencia fue organizada por la Liga Islámica Mundial, a propuesta del soberano saudí, Abdalá.
No es la primera vez que Abdalá se compromete a luchar por "un diálogo cultural e interreligioso". Ya lo hizo tras una entrevista con Benedicto XVI el pasado mes de noviembre. Tanto la conferencia de Madrid como la audiencia del Papa tuvieron lugar a miles de kilómetros de Arabia Saudí. En este sentido, el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia ha llamado la atención sobre el hecho de que el monarca saudí haya tenido que salir de su país para presidir la conferencia "supone ya de por sí un contraste brutal en lo que respecta a las libertades en su propia nación.
Arabia Saudí, como recuerda en la nota de prensa el ORLC, es un país donde las prácticas religiosas que no deriven del islam están cruelmente penadas. "La policía religiosa se encarga de que la libertad de conciencia brille por su ausencia y durante el Ramadán, fumar, comer o beber en público es delito de cárcel para los saudíes o expulsión directa para los extranjeros".
¿Nos podemos imaginar que en nuestro país se realizaran actos parecidos por el poder político durante la celebración de la Semana Santa?
Estas afirmaciones se pueden contrastar en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo titular Miguel Ángel Moratinos, asistió a la inauguración de la conferencia.
Alerta la web de Asuntos Exteriores sobre las normas y prohibiciones que imponen las costumbres de la sociedad saudí: necesidad para la mujer de llevar, en público, la abaya y un velo, prohibición de llevar pantalones cortos o bermudas; no se permite que personas de diferente sexo se encuentren en público salvo que exista un lazo familiar entre ellos o bien la mujer esté acompañada de su guardián: padre, marido, hermano......la importación y consumo de alcohol y productos derivados del cerdo; prohibición absoluta para no musulmanes de visitar las ciudades santas de La Meca y Medina.