viernes, 11 de junio de 2010

Libro del mes (Junio 2010). Historia sencilla de la Filosofía.

Libro del mes (Junio 2010). Historia sencilla de la Filosofía.

El autor de este libro es Rafael Gambra Ciudad, doctor en Filosofía por la Universidad de Madrid y catedrático de la misma disciplina desde 1943. Ha ejercido la docencia en diversos Institutos, en la Facultad de Filosofía y Letras y en el Centro de Estudios Universitarios.
Su obra se distribuye entre Filosofía y el pensamiento político. Entre sus obras, podemos destacar: “La primera guerra civil”; “La monarquía social y representativa”; “El silencio de Dios”. Etc.
Esta obra, como reza su título, es una obra de filosofía que quiere llegar a todo el público que se interroga por el origen y el fin de todos los seres humanos. Interrogantes que, por otra parte, sólo la filosofía puede contestar.

Veamos algún fragmento de esta obra:

“La filosofía es la actividad más natural del hombre, y la actitud filosófica, la más propiamente humana.
Imaginemos a un hombre que salió de su casa y ha sufrido un accidente en la calle a consecuencia del cual perdió el conocimiento y fue trasladado a una clínica o a una casa inmediata. Cuando vuelve en sí se encuentra en un lugar que le es desconocido, en una situación cuyo origen no recuerda.

¿Cuál será su preocupación inmediata, la pregunta que enseguida se hará a sí mismo o a los que le rodean? No será, ciertamente, sobre la naturaleza o utilidad de los objetos que ve a su alrededor, ni sobre las medidas de la habitación o la orientación de su ventana. Su pregunta será una pregunta total: ¿Qué es esto? O, mejor, una que englobe su propia situación: ¿Dónde estoy?, ¿Por qué he venido aquí?

Pues bien la situación del hombre en este mundo es semejante. Venimos a la vida sin que se nos explique previamente qué es el lugar a donde vamos ni cuál habrá de ser nuestro papel en la existencia (….) A los primeros e insistentes ¿Por qué? de nuestra niñez responden nuestros padres como pueden (…) Llegada la inteligencia a su estado adulto suele, en algún momento al menos, colocarse en el punto de vista del no habituado. En ese instante está haciendo filosofía (…).
La filosofía, pues, lejos de ser algo oscuro y superfluo situado sobre la sencilla claridad de las ciencias particulares, es el conocimiento que la razón humana reclama de modo inmediato y natural.
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