viernes, 31 de octubre de 2008

El amor por principio.1ª Evaluación

Vamos a comentar unos fragmentos del texto publicado por Manuel Cabada Castro, doctor en Filosofía, en la Revista "Acontecimiento" del tercer trimestre del año 2007.
Manuel Cabada analiza el amor, en este texto a partir de la indigencia de todo ser humano.
"Como digo todos somo indigentes desde el nacimiento hasta la muerte....Pero la marca de nuestra indigencia natal, es felizmente resuelta entonces merced al acogimiento amoroso ofrecido.....por la tutela y amparo de alguien (su familia). Es precisamente aquí donde se inserta la radical necesidad humana de recepción de amor, en el sentido de acogimiento, cuidado y ternura, para que el comienzo mismo del acontecimiento humano no derive ya inmediatamente en fracaso radical.
Por eso el ser humano no puede llegar a ser aquello a lo que constitutivamente está destinado sin un primordial y básico acogimiento amoroso. Como dice Rof Carballo " el ser humano que somos nace, fundamentalmente, de la ternura.
El amor resulta ser así el verdadero generador del denominado segundo nacimiento del ser humano, más allá del primero, el meramente fisiológico. Sin él, sin el amor, no se nace realmente a la vida humana, sino que, literalmente y sin atenuación alguna de la expresión, se muere real y físicamente. Aunque pueda parecer extraño, lo cierto es que algo no estrictamente biológico se convierte en factor decisivo para la misma vida biológica.
El pensamiento sobre el hombre ha tardado mucho en darse cuenta de la importancia del amor; ni el mismo Kant fue capaz de intuirlo cuando afirmaba que los hijos de la gente vulgar se educaban peor que los hijos de la gente distinguida. Una vez más la abstracta ética del deber por el deber de Kant lo había incapacitado para comprender que el amor es la verdadera base de toda verdadera ética humana.
De modo que antes todavía de que el pensamiento surja, más aún, como condición indispensable para que pueda surgir es necesario sentirse acogido por el amor. Y el inicio, nuestro comienzo en la vida, como los principios en la filosofía, estructuran y presiden todo cuanto de ellos se deriva y, fundamentalmente, la libertad.
María Zambrano afirma que toda ausencia de amor en el período constitutivo del hombre se paga, más tarde, siempre, con una esclavitud. Pero lo más importante es que no sólo el ser humano que viene al mundo se enriquece por el amor que recibe, sino que también quienes lo acogen y lo tutelan se reciben a sí mismos mejorados y encuentran la felicidad en la entrega, de esta manera se enciende una llama que tenderá espontáneamente a propagarse.
Causa pavor cómo en el siglo XXI se rehuye con frecuencia el pensamiento sobre el amor, desde el punto teórico, y como desde el punto de vista práctico, se recomienda en nuestra sociedad el preservarse de amar a nadie demasiado.
Urge, pues, despertar a la humanidad del olvido del amor y crear así un renovado discurso sobre sobre él, potenciando su estudio y propagando su práctica.

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