lunes, 13 de julio de 2009

9º Comentario de Filosofía. La eutanasia en el nazismo ¿Puede volver a repetirse?

Aprovechando el dicho de que quienes olvidan la historia están condenados a repetirla, vamos a aprovechar un artículo publicado en el semanario "Alba" para estudiar las propuestas de eutanasia que en el régimen de Hitler se aprobaron y se pusieron en práctica. Ello, nos ayudará a distinguir la dignidad en el morir como objetivo humano de determinadas prácticas que sólo persiguen la muerte del enfermo como estorbo de nuestra sociedad, como ya apuntábamos en nuestro anterior artículo publicado en el blog con el título "La eutanasia".
Desde el comienzo de la historia de la humanidad existe en el hombre la tentación permanente de aniquilar a Dios para colocar al hombre como el verdadero Dios. Veamos cómo se produjo ésto en la Alemania nazi.
En 1924 ve la luz el libro de Hitler, Mein Kamp (Mi lucha), donde pone de manifiesto la primera piedra de su política reproductiva. "El Estado hará de la raza el centro de su vida. Quienes sean física y mentalmente insanos o débiles no tienen derecho a perpetuar sus sufrimientos en la carne de sus hijos".
Siete años más tarde, el 14 de Julio de 1933, el Parlamento alemán aprueba una ley que permite la esterilización forzosa de personas cuyos descendientes puedan sufrir enfermedades físicas o mentales, entre las que figuran de forma destacada el alcoholismo, la ceguera hereditaria, la debilidad mental, los defectos físicos severos o el síndrome maniaco depresivo. Sólo se opuso la iglesia católica.
Poco después, Hitler autoriza que los pacientes con enfermedad incurable se les conceda la "liberación" por la vía de la eutanasia voluntaria. Posteriormente, una disposición adicional permite que se lleve a cabo la eutanasia pasiva con enfermos y deficientes mentales ingresados en instituciones estatales.
El testimonio de Pfannmüller director de un asilo cercano a Munich nos aclara la forma de llevarlo a cabo: "Para mí, en tanto que nacionalsocialista, estas criaturas no son más que una carga pesada para nuestros conciudadanos. Nosotros los eliminamos, pero no a través del método de las inyecciones: la prensa internacional se nos echaría encima. No, nuestro método es mucho más sencillo y natural: los dejamos morir de hambre mediante la alimentación deficiente".
Así, se iniciará el programa de eutanasia activa llamado Aktion T-4. Un comité de cuatro médicos (los doctores Brand -médico personal de Hitler- Bouhler- jefe de la cancillería de Hitler- y Becker-químico proveedor de las bombas de gas monóxido- entre ellos) deciden a qué paciente debe ser aplicada.
Los primeros asesinatos se llevan a cabo el 4 de Enero de 1940 en la prisión de Brandenburg cuando, en una prueba, son gaseados 18 criminales desequilibrados.
En 1941 y tras la protesta de la jerarquía católica alemana, el plan continúa de manera secreta bajo los nombres de Aktion14, F13 y Solución Final ahora también con los "socialmente indeseables".
En el manicomio de Hadamar murieron 100 personas al día, víctimas de la T-4. Hay constancia de que el personal de la Aktion T4 celebró en ese manicomio una fiesta al incinerarse el paciente número 100.000, como si se tratase de un logro empresarial.
Se lanzaban fotografías de niños deficientes con este título: "porque Dios no puede querer que los enfermos se reproduzcan". También en el cine a través de películas producidas por el Ministerio de Propaganda del Reich se intentaba justificar estas matanzas incluso apelando a que estas personas cuestan mucho al bolsillo de los alemanes: "60.000 marcos es lo que esta persona-un enfermo mental-cuesta a la comunidad durante su vida".
Sólo una vez acabada la segunda guerra mundial, se pudieron conocer lo métodos y propuestas de este plan para acabar con las "vidas indignas de ser vividas" a juicio del poder. Las víctimas del T-4 eran consideradas como vidas indignas de ser vividas y su asesinato era una acción presentada como un acto de compasión hacia el enfermo y un acto de beneficio a la sociedad.
Comenzaron-con inyecciones letales-para los niños de hasta tres años con síntomas de retraso mental o deformaciones. Pronto añadieron minusválidos adultos (asesinados con gas). Más tarde se incluyó a los enfermos crónicos, ancianos con síntomas de demencia senil, enfermos en coma......hasta que se aplicó a los enfermos que permanecieran más de cinco años en hospitales o instituciones psiquiátricas. Muchos hogares para la tercera edad se fueron vaciando.
Para evitar una mala imagen ante la opinión pública se elaboraron desde el Ministerio de Propaganda, campañas en las que se defendía la postura de quienes "pedían ayuda para una muerte digna", presentando la eutanasia como la solución más compasiva a una serie de problemas tan dolorosos como difíciles.
Toda esta historia nos debe llevar a reflexionar ante la situación que la ciencia actual y los poderes actuales nos presentan en su debate del aborto, la eutanasia y la manipulación genética y no dejarnos llevar de apariencias y engaños, porque lo que el ser humano se juega es muy importante. Sólo la razón, a la luz de los hechos, nos puede ayudar en este debate crucial.

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